En estos días en los que se habla tanto de los niños con el Síndrome de Down veo en la contraportada de El Mundo al grandísimo Vicente del Bosque, padre de uno de ellos.
Ya el titular de la entrevista que le hace Pedro Simón define al personaje: "si veis que uso mucho la palabra yo, decidmelo".
Ese es Vicente.
Un sabio salmantino que jugando a fútbol aprendió de la conducta humana para mejorar la propia. Vicente, al que tengo el gusto de conocer, cuando se te acerca produce una vibración gratificante y protectora que ni él sabe. Es paciente, generoso, observador, pacífico y sabio.
Parece fabricado con un menú completo de sensores para ni pisar charcos ni molestar a nadie. Sabe que todo ello volvería contra él. Y Vicente es paz, concordia y servicio.
Lo he dicho más de una vez. No me importaría nada que los asuntos míos de los que no me cuido dependieran de una persona como él.