Un brillante amigo mío llama al sistema en el que vivimos de tal manera: la gran mandanga. Políticos que incumplen lo que prometen, chorizos conniventes con el poder, violaciones permanentes de la constitución, nepotismo y amenazas, corrupción, impuestos... Y en la cúspide unos desvergonzados parlantes intentando desmentir lo obvio y guardando sus sillitas. Debajo la población viendo el circo e intentado llegar a fin de mes. Naturalmente hay excepciones cuya lista no haré. Pero el average, según mi percepción, responde perfectamente a la definición de mi amigo.
Como en el mito de Sisifo estamos condenados a subir la piedra a la cúspide de la montaña para que los de la gran mandanga le quiten la parte valiosa y la vuelvan a tirar al valle para que la subamos otra vez.
No tiene remedio.
La única esperanza el silencio, la propia conciencia y las pequeñas cosas.